La Inversión del Efecto
La Hormiga andaba construiéndose un cobijo dónde hayar el resguardo de las ráfagas del Viento por ser incapaz de surcar sus ventiscas más allá de la intimidad. Harto el insecto de buscar hormigueros donde saciar su síndrome de abstinencia, supo escuchar.
Escuchar al Viento es complejo pero interesante. Suena abstracto pero és agradable al oído de cualquier bichejo diminuto y oscuro. Las palabras resultan ser agradables capas de gas de temperatura oscialnte que hacen que uno suba y baje qual ave sin rumbo ni destino.
Oír al Viento es un ejercicio altamente recomendable y terapéutico para esa clase de insectitos cosquilleantes. Escucharte me ha hecho cabilar. Cabilar y retroceder en mi intento de esconderme en el hormiguero que nunca tuve y que tan necesario creí que fuese. La normalización, cuanta razón.
Pero sigo siendo Hormiga e insecto de bajos vuelos. Pero sigues siendo Viento y agente de fuerte efecto. Pero ahora és el Viento quien causa el cosquilleo y la Hormiga tras su brisa quien evita la deriva.
2 Comments:
Tienes un fijación rara por las hormigas. Pero mola.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Publicar un comentario
<< Home